Sí, eso que lees... Esta vez os llevo de viaje la hermosa y soleada California. Pero no vamos precisamente a tomar el sol a una playita... ¡Qué va! Más bien os llevo a otro lugar bastante diferente: al Valle de la Muerte. Inquietante el nombre... ¿verdad?
Pues la zona de la que os voy a hablar se encuentra en el Parque Nacional del valle de la Muerte, en la zona de sierra Nevada, entre los estados de California y Nevada. El lugar en cuestión al que viajamos esta vez se denomina como la llamada Playa Racetrack. Que se encuentra a 1.200 m de altitud y tiene una extensión de 5 Km cuadrados. Denominarlo playa es un decir, ya que en realidad se trata de un territorio con un lecho de fango reseco resquebrajado. Un territorio de ausentes lagos.
Allí, unas simples piedras son el llamativo atractivo que nos podemos encontrar, tengo que decir que son miles de personas las que han podido ver como se mueven y las huellas de dejan estas en sus desplazamientos por la tierra. Piedras que van desde sólo unos gramos hasta enormes piedras de casi más 500 kilos, que se desplazan de forma misteriosa sobre lechos secos de antiguos lagos. Al parecer se mueven solas en las horas nocturnas, en plena noche. Vaya, al final va ser verdad que todo lo bueno tiene lugar por la noche, jejejeee...
Muchos podréis pensar que puede tratarse de una mera intervención humana, pero nada más lejos, ya que no hay posibilidad alguna de que los seres humanos las empujen. Pues no se encuentran huellas de dichos “graciosos”. Parece que se mueven solas y en sus desplazamientos van dejando tras de sí un largo trazo que señala su avance. Como la babilla de un caracol. ¿Qué extraño no...?
Son muchos los estudios que se han llevado a cabo allí, estudios donde se seleccionaron  algunos “ejemplares”, donde se enumeraron, etiquetaron y marcaron las respectivas posiciones de los ejemplares de estudio mediante varillas metálicas que eran clavadas en el suelo. Los resultados no se hicieron esperar... ¡¡Las piedras se movieron dejando tras de sí el trazo de su viaje en la arcilla reseca del desértico terreno!! Se llegaron a confirmar que las más viajeras eran las que menos pesaban, pero sus compañeras, aquellas de cerca de 450 kilos, también lo habían hecho. Una de ellas se deslizó unos 201 m. de una sola vez, mientras que la que más lejos llegó lo hizo hasta los 262 m. Y eso sin que nadie la tocara...!! Increíble, de veras.
Por otro hay que hacer mención de que las piedras no ruedan... no. No giran sobre ellas como canto rodado. Se desplazan deslizándose sobre la base en la que se encuentran y el surco que dejan es exactamente igual al de dicha base. Es como si...  “algo extraño e invisible” las empujara; por así decirlo... Pero, ¿el qué...? Pero lo que más inquieta es la explicación se le puede dar a todo esto... pues vamos a ello:
La respuesta a esta pregunta puede estar en que este movimiento tiene siempre lugar casi siempre con tiempo húmedo o tormentoso, cuando la superficie del suelo arcilloso es algo más plana, cuando la tierra estaba ligeramente blanda y húmeda, lo que nos da que pensar que se movían después de las lluvias. También hay que hacer mención de que cuanto más lisa es la base de la roca, más fácil se traslada. Se deslizan siempre de norte al noreste, pocas veces este-sureste. Hay que hacer mención en este momento de los vientos de dicha región.
Pero el misterio radica en que allí llueve muy poco; máximo de 8 cm cúbicos al año, así que pensar en una base de arcilla que permitiría la formación de las finas capas de agua con partículas de arcilla en suspensión que resuelvan dichos desplazamientos no son del todo concluyente. ¿Pero por qué no se mueven en cada tormenta como sería de esperar?
Por otro lado algunos pensaréis que a la unión de una base un tanto húmeda y resbaladiza, unida a la acción del viento pueden ser causa suficiente para dar explicación a todo esto... Científicamente puede ser posible, pero nada más lejos. Pues llueva o no, haga viento o no, hiele o haga calor, cada noche y durante todo el año las piedras andantes del valle de la Muerte siguen viajando solas. Así que el fenómeno sigue siendo un completo misterio...         
Una conclusión a la que han llegado algunos es que allí los inviernos son casi glaciares, por lo que las piedras se verían sumidas en una gran superficie de hielo y cuando este hielo comienza a derretirse y a romperse, el viento hace lo demás... las piedras comienzan a deslizarse dado que el hielo bajos sus bases comienzan a deshelarse, en definitiva... es como si flotaran sobre una base acuosa, dejando a su paso sobre un barro lubricado su senda... Esta teoría podría explicar el movimiento de todas las piedras, pero sólo en invierno, no así en verano donde las temperaturas pueden sobrepasar los 50º.

Y tú... ¿podrías dar explicación a este increíble; y porque no decirlo... precioso fenómeno?